viernes, 8 de octubre de 2010

Amor cristiano en acción.


Por Gracia de Dios, varias almas solidarias se han sumado a este proyecto de erradicación de ranchos, que a través del mecanismo de promoción humana que ejecuta Casa del abrazo Catamarca desde el Evangelio: Dios vivo con nosotros bajando del madero a los hermanos que la sociedad crucifica, con clavos de indiferencia y discriminación, coronas de rótulos descarnados y heridas que coartan oportunidades.

Nuestra mirada del Cristo liberador, que sopla allí, en el lugar menos pomposo…a la espalda de todos los egoístas e indiferentes que se sensibilizan con Haití y África y viajan expresamente a Atacama para la foto junto a los familiares de los mineros; pero no ven el fruto de los temblores económicos, que se desbarrancan por el hambre, ni los pobres sepultados por la avaricia de turno; que circundan la capital provincial.


Sin la experiencia del Espíritu Santo, el mismo Jesús no habría motivado a los hombres de su tiempo. Hoy en nuestra realidad Argentina, de país rico para unos pocos y caldera del diablo para la mayoría, alimentar la fe del creyente con argumentos Cristológicos, no es suficiente (lo sabemos perfectamente aquellos Pastores que optamos por los pobres) se necesita una experiencia fuerte y convincente. Es verdad que el Espíritu sopla donde quiere, pero hay que adherirse a él, poniendo en funcionamiento un proyecto de vida ascendente, dar un paso y luego sentir que no se camina solo y a mayor cantidad de pasos, mayor cantidad de hermanos que se suman al sueño del crecimiento personal. Nadie crece solo.




Suele suceder en este Mundo impregnado por el egoísmo, que cuando solicitamos una mano para trabajar en favor de un hermano que sufre la desgracia del abandono; la primera respuesta es: “cuanto voy a ganar”…Soñar es un pecado, pero con la ayuda de aquel que predicó el nuevo mandamiento del amor y resucitó, los sueños se convierten en realidad. Y más seguro, cuando está presente el Espíritu Santo, todo es motivación, porque Cristo crece desde adentro del corazón humano hacia afuera y por Gracia divina, aquí en Catamarca siempre tiene un templo humano donde habitar y trascender.

El Empresario de la Construcción, Elmer Mazzoco, integrante de la Comisión de Casa del abrazo, explicándole a Ramón toda la tarea que debe realizar en la primera fase de la construcción de los cimientos de su futuro hogar. Esta modalidad de aprendizaje y practica, tiene una doble importancia: porque el beneficiario levanta la casa con sus propias manos (dirigido por la mirada atenta y guía de los profesionales idóneos) y además aprende el oficio. Adquiriendo una nueva herramienta de trabajo que le posibilitará mejorar su calidad de ingresos y por lo tanto de vida. También le permitirá crecer dignamente, demostrándole a la sociedad que lo discriminó, que quiere y que puede crecer como persona.



Todo el material para la construcción de los cimientos y estructura, fue donado por el matrimonio Elmer Mazocco y Analía Aguirre, Agradecemos también la colaboración del Capataz y Maestro Mayor de obra que estará guiando a todos los voluntarios que se sumen a esta obra.




Por otra parte, agradecemos profundamente el apoyo recibido por el Archieparca de Portugal de la Iglesia Ortodoxa Bielorrusa Eslava y Ex Presidente del Parlamento Argentino de Religiones, Mons.++ Valerian, quien a través de su testimonio de vida, plagado de actos solidarios, aportó gratuitamente para Gloria y Alabanza de Dios, a la comunidad Antigua y Abracista su riquísima experiencia Ecuménica.
¿ quién regala conocimientos, hoy?


Pero además del invalorable e inmedible acto de caridad apostólico, no ahorró atenciones y también contribuyo con la "ONG en formación", corriendo con todos los gastos económicos para su pronta habilitación. Y gestionó contactos con toda la comunidad Ortodoxa en Catamarca y sus amigos, quienes solidariamente apoyaran nuestros proyectos.



No conforme con sus actos de amor, decidió colaborar con la erradicación del rancho de Ramón y Claudia, donando el valor para la adquisición de 400 bloques para levantar las paredes del nuevo hogar de los queridos hermanos.


Estos gestos nobles, inspirados en el Espíritu Santo, denotan la madurez cristiana alcanzada por este Pastor, símbolo y referente, del Ecuménismo en América del Sur.




Desde Catamarca, elevamos plegarias de agradecimiento al Padre Misericordioso por todas las bendiciones, que permiten la felicidad de todos los beneficiarios de Casa del abrazo y le rogamos que continúe iluminando el camino y el corazón de Mons.++ Valerian, junto a toda su comunidad de Portugal.
El mandamiento del amor a Dios estaba escrito en la ley: “Amaras s Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu poder” (Dt 6,5) También lo estaba el otro, mandamiento: “Amaras a tu prójimo como a ti mismo” (Lev 19,18). Fue un mérito del escriba haberlos empalmado (Lc10,27). Sin embargo, él no podía comprender aún cuan estrechamente uno y otro se ligan. Era necesaria la reflexión cristiana para saberlo, para escribir, por ejemplo, esto: “Con la misma y única caridad nos amamos entre nosotros y amamos a Dios, pues no nos amaríamos con verdadero amor si no amásemos a Dios” (San Agustín)
El amor a nuestros hermanos constituye el testimonio de nuestro amor a Dios, la prueba de su sinceridad, Cae más fácilmente dentro del ámbito perceptible de la conciencia, y son sus obras también, al exterior, más visibles, fehacientes y demostrativas. “Si alguien dice: Yo amo a Dios, y a la vez odia a su hermano, es un mentiroso; en efecto, ¿cómo puede amar a Dios, a quien no ve, aquel que no ama a su hermano, a quien ve?”(Jn 4,20)
El amor a Dios sin amor al prójimo no sería solamente un amor incompleto, sería ante todo un amor inverificable; más: un amor falso. Podemos decir que el amor al prójimo significa la “encarnación” de nuestro amor a Dios, al igual que Cristo es Dios encarnado y cualquier prójimo es una prolongación de esa encarnación de Cristo. Pues Jesús no es solamente el samaritano que cura las heridas abiertas por Satán en el alma y en la carne de los hombres, sino que es también ese viajero maltrecho que en nuestro camino solemos encontrar y al cual hemos de dispensar las más fraternales atenciones.
Gracias queridos hermanos abracistas por ese amor "encarnado" que llena de bendiciones a nuestros hermanos más desposeídos y desde las carencias obra milagros .
Casa del abrazo siempre atenta y dispuesta a dar la vida por sus hermanos.
Paz, abrazos y bendiciones.
Mons.++ Juan Carlos

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